En mi búsqueda constante de experiencias culinarias únicas, me encontré con un verdadero tesoro en el corazón de Buenos Aires: Los 36 Billares. Este establecimiento, con más de 100 años de historia, es un auténtico joya que combina tradición, sabor y ambiente.
Al entrar, me sumergí en un maravilloso estilo antiguo que me transportó a épocas pasadas. El interior, con su decoración clásica, es un verdadero viaje en el tiempo. Pero lo que realmente me impresionó fue la atención del personal. Los camareros son profesionales y agradables, lo que hace que la experiencia sea aún más disfrutable.
La comida es, sin duda, uno de los puntos fuertes de Los 36 Billares. La variedad de opciones es amplia, y cada plato es una delicia. Me sorprendió la calidad y el sabor de la comida, especialmente considerando los precios muy razonables. La fugazzeta, por ejemplo, es una verdadera joya, y el tostado es un clásico que no defrauda.
Pero Los 36 Billares no es solo un restaurante. También es un lugar de encuentro para los amantes del billar. La enorme sala de billar es un espacio ideal para pasar un rato con amigos o familiares, disfrutando de un juego y una comida deliciosa.
En resumen, Los 36 Billares es un lugar que no te puedes perder. La combinación de tradición, sabor y ambiente lo hace un verdadero tesoro gastronómico. Ya sea que estés buscando una comida deliciosa, un lugar para jugar al billar o simplemente un espacio para relajarte, Los 36 Billares es la opción perfecta.

Detalles Prácticos
- Puedes pagar con tarjeta sin ningún problema.
- Los baños son impecables.
- La atención es, sin duda, uno de los puntos fuertes del lugar.
- El menú es amplio y variado, con opciones para todos los gustos.
- El precio es muy razonable, considerando la calidad y la cantidad de comida.
Soy una chica muy joven que está acostumbrada a la mala atención y al mal tostado. De hecho, soy camarera y entiendo el mundo gastronómico. Realmente me sorprendió esta joyita de la vieja porteña. Con más de 100 años de historia, realmente se nota en este hermoso lugar. Me gustaría jugar al billar algún día. Destaco a la moza, que claramente sabe lo que vende y a quién se lo vende; es una genia. El tostado es un tostado clásico pero verdadero, muy rico. Volveré.