La crisis política en Canadá se ha intensificado después de que el Nuevo Partido Democrático (NDP) anunciara que votará en contra de la confianza en el gobierno de Justin Trudeau cuando el Parlamento se reanude. Esta decisión, sumada a la renuncia de la ministra de finanzas Chrystia Freeland y el ministro de vivienda, ha generado incertidumbre sobre el futuro del primer ministro.
Trudeau, quien ha liderado el país durante casi una década, enfrenta crecientes críticas por su manejo de la economía, el alto costo de vida y la inflación. La amenaza de aranceles del 25% por parte del presidente electo estadounidense Donald Trump ha exacerbado la crisis.
Un número creciente de miembros del Parlamento liberales cuestiona su liderazgo, y la inestabilidad política y los aranceles amenazados por Trump afectarían negativamente la economía. Además, la crisis política podría tensar las relaciones con Estados Unidos y otros países.
La situación política puede desencadenar una votación de falta de confianza en el Parlamento, un cambio de liderazgo dentro del Partido Liberal o incluso elecciones anticipadas. Jagmeet Singh, líder del NDP, considera que “el tiempo de este gobierno ha terminado”, mientras que Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador, ve una oportunidad para su partido.
La crisis política puede motivar una mayor participación ciudadana en el proceso político. Se espera que Trudeau anuncie sus planes para el futuro en las próximas semanas, en un momento crucial para el país.