En un giro positivo para la economía argentina, el país salió de una brutal recesión en el tercer trimestre, con un crecimiento del 3,9% en el producto interno bruto (PIB) entre julio y septiembre en comparación con el trimestre anterior. Este resultado superó las expectativas de los analistas, que habían pronosticado un crecimiento del 3,4%.
El presidente de Argentina, Javier Milei, podría llegar a las elecciones de mitad de período del próximo año con un crecimiento en recuperación y una inflación en desaceleración. El gasto de capital, el gasto de consumo y las exportaciones impulsaron el crecimiento en el trimestre, mientras que la inversión pública apenas se recuperó.
Señales de recuperación
A pesar de que la economía argentina se contrajo un 2,1% en el tercer trimestre en comparación con el año anterior, hay señales de recuperación de cara a 2025. Los salarios han superado la inflación desde abril, el crecimiento del empleo se está recuperando lentamente y las estimaciones privadas indican que la pobreza está disminuyendo gradualmente.
Además, los argentinos depositaron más de 20.000 millones de dólares en el sistema financiero este año como parte del programa de amnistía fiscal de Milei, lo que se considera una sólida señal de confianza en el presidente libertario.
Reformas y inversión extranjera
A más largo plazo, las reformas favorables a las empresas que impulsa Milei están empezando a atraer compromisos de inversión extranjera, en particular en el sector energético. Sin embargo, no se espera una inversión significativa del exterior hasta que Milei levante los controles de divisas y capitales que heredó del gobierno anterior.
Los economistas encuestados por el Banco Central de Argentina anticipan que la economía se contraerá un 3% durante todo 2024 y crecerá un 4,2% el próximo año.